Translate

jueves, 30 de diciembre de 2010

Adiós 2010



Y vio el eclipse y sintió que se llevaba la oscuridad y desasosiego de este año que acaba, de vientos huracanados que lo arrasan todo, de volcanes y tormentas de nieve que paralizan cielos y tierra, de coletazos de un grupito de prepotentes que a pesar de no contar con el apoyo de todo el gremio -obligando a los que se oponían a tomar vacaciones avergonzados por lo que iba a pasar-, deciden enfermar y cerrar el espacio aéreo sin tener en cuenta a los verdaderos enfermos que necesitan todo lo que se transporta en los aviones; de cierre de canales y emisoras que han dejado de Ser para convertirse en otra cosa o simplemente morir. Es la caída de los dioses, el fin de un mundo que no puede sostenerse más en las mismas condiciones, en las que la avaricia rompe el saco y se desparraman como semillas en un campo muerto por pesticidas y fertilizantes…
Pero en el mundo de las maravillas, un puñado de semillas cayó en una tierra en barbecho, quemada por los agricultores presionados por los de arriba, los de abajo y los de más allá que con la fuerza que da el descanso y el reposo trabajado sin pereza y con esperanza, consigue que poco a poco las semillas florezcan fuertes, crecidas con la flexibilidad de un junco acostumbrado a doblarse ágil para no romperse y erguirse de nuevo convencido de que los grandes vientos igual que vienen se van y si se quedan mucho se aprende a vivir con ellos. Que se lo digan a los chinos. 1600 artesanos han creado en porcelana 100 millones de pipas de girasol, las han pintado una a una bajo la atenta mirada del artista también chino Ai Weiwei, dándoles tal realismo que hasta el polvillo que se nos queda en las manos al vaciarlas del paquete se palpa en la Sala de Turbinas de la Tate Modern. Tanto es así, que estaba pensada la experiencia para que el público se paseara por encima de las pipas, como si en la playa estuviesen caminando sobre la arena, pero el contacto de unas pipas con otras y ese polvillo tan logrado causaron algún ligero problema de salud en personas delicadas y la galería decidió acordonar la zona y dejarlas como reza la máxima de la mayoría de los museos –y con mucha razón, una lástima en este caso- ver y no tocar.

La palabra crisis está ya tan manida que casi deja de tener el significado de caos puntual para describir un estado permanente de revoltura cambios euforia tristeza esperanza pesimismo determinación dudas atrevimiento frenazo riesgo reparo confianza vacío amor desamor terremoto ruptura distancia acercamiento todos los estados posibles de ánimo que nos acompañan en algún tramo de nuestra vida concentrados al unísono en cada uno y en cada comunidad que ve como también caen los imperios esplendorosos ricos y poderosos… Venecia, Canaletto y sus rivales (hasta el 16 de enero en la National Gallery) es una muestra exquisita de la magnífica ciudad de los canales, de lo que fue y de lo que sigue siendo por lo que fue, amenazada desde entonces por la posibilidad de desaparecer para siempre. Pero es tanta su belleza que no la dejamos morir porque necesitamos su existencia para sentirnos vivos y humanos en la parte buena. La belleza…el arte…tan importante resulta ser para el ser humano que el Museo del Prado organiza exposiciones temporales en los lugares más remotos y con menos posibilidades de visitarlo. Canarias uno de ellos, claro. Pues, 73 óleos fueron elegidos entre la colección de retratos del Prado y hasta el 8 de enero puede contemplarse bajo el título de El retrato español en el Prado en la sede central de Cajacanarias en Santa Cruz de Tenerife. Una pena que a las conferencias explicativas solo asistan un puñado de curiosos, porque la visión de una misma cosa desde otros puntos de vista enriquece siempre y más si es gratis. Y otra joyita, más modesta pero igual de enriquecedora, fue la del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz que con Esther Ropón al piano y la voz de Christiane Güenther, cerrando el ciclo dedicado a Los locos años 20 transportaron al público a través de las canciones de cabaret hasta un Berlín de entreguerras, de letras y vidas rasgadas por la soledad y el desasosiego de mujeres maltratadas por los hombres que cargaban sus tinteros contra ellos mismos en las composiciones que curiosamente solo interpretaban mujeres en el escenario con picardía y seducción, a lo Marlene Dietrich, para situarnos mejor. Un par de viajes sin moverse de casa, vaya. Pero otros necesitan moverse y salir del entorno conocido con más o menos frecuencia o por más o menos tiempo. No hay más que recordar el Sudáfrica express de la final de la World Cup para ver cómo España ganaba el mundial de fútbol...
Paul Gauguin vivió sus crisis personales a finales del siglo XIX argumentando que el arte debía ir más allá de la apariencia material, desarrollando un lenguaje visual radicalmente simplificado, sin detalles superfluos y explorando ideas y construcciones con significado poético. Gauguin: Maker of Mith, exhibe sus obras en función de los temas, enfatizando el paralelismo entre los distintos momentos de su carrera. Trabajos hechos en Paris, Martinica, Brittany, Tahiti y Las Marquesas de ideas que van y vienen a pesar de los años y la distancia que los separa.  
Gauguin, maker of mith, en la Tate Modern hasta el 16 de enero

Nos quedan además Miró, Renoir, Rubens y tantos otros, más o menos cerca. Músicas que escuchar y amigos y familia con los que compartir. Los que se han ido ya están en paz. Los que quedamos tratemos de estar en paz. Adiós 2010. Probablemente, no sea del todo justo no echarte de menos, porque al fin y al cabo fuiste año de cosecha en algunos campos, pero de terremotos y vacas flacas en otros y ya se sabe con qué ansias se comen las uvas en España para atragantarnos nada más empezar a sonar las campanadas que anuncian el Nuevo Año, como un nuevo amigo que aún siquiera nos han presentado pero que por un tiempo se convertirá en el intimísimo superguay, hasta que deje ver su interés o él el tuyo, jajajaja y entonces quieran volver con las viejas amistades de toda la vida, que prometen menos, pero están más, jajaja.

¡¡Ay, 2010!! yo te agradezco el tiempo y el espacio que he tenido en este proyecto de incertidumbres en que se materializó virtualmente de un segundo al otro la idea de quepasaraconlasbibliotecas.blogspot.com/desde la terraza y agradezco tremendamente a los que con más o menos paciencia y ganas lo han visitado, dándome ánimos e ilusiones para seguir adelante.

Gracias de corazón y que el Nuevo y flamante 2011 nos traiga un poquito más de paciencia, fe, esperanza y alegría para todos…Con el Amor, la Paz y la Salud ya contamos, ¿verdad?

¡¡¡Feliz Año Nuevo 2011!!!


Mientras en la Europa continental están helados, en Canarias la temperatura es de 20-25ºC.





lunes, 20 de diciembre de 2010

Eclipse de plenilunio

Y le dieron las diez y las once, las doce, la una, la dos y las tres…y entonces se levantó de la cama harta de dar vueltas. Bebió un vaso de agua en la cocina y encendió el televisor. Bienvenido Mr.Marshall era tentadora y el poder de convencimiento del contratista irresistible, pero confiaba quedarse dormida mucho antes de que terminase el peliculón, perfecto en blanco y negro porque molesta menos a los ojos cansados que los colores y las voces de One tree hill ¿Pero por qué le ha dado ahora a todos los canales por emitir películas de terror? ¿Es que la gente no tiene suficiente con ver los telediarios, o los reportajes callejeros sobre la inmundicia y la miseria social y comunitaria? Quizás sea precisamente en un afán necesario de evasión del terror que provoca la realidad de cada día el que se enfrasquen en una trama que con solo las letras góticas de los títulos de crédito goteando sangre harían gritar al más sensible. A las tres de la madrugada no había nada que sirviese ni para adormilar al televidente. Un desastre para la insomne que contaba las horas que le quedaban de descanso sin descansar. Alicia llevaba dos días con el sueño alterado. Conocía su dificultad para conciliarlo, pero por suerte no era habitual que se desvelase hasta tan tarde. Lo peor es que la angustia que le provocaba una conversación pendiente le agitaba la respiración así como los latidos del corazón. Eso no le gustaba, porque si la obsesión se apoderaba de su mente su cuerpo estaría destrozado durante un par de días por no dormir. Quería  dormir tranquila, levantarse temprano, trabajar…un ruido al final del pasillo la sobresaltó ¿y ahora qué será eso? El viento empezaba otra vez a levantarse después de un día de calma. Los silbidos que se colaban por los intersticios de puertas y ventanas traspasaban incluso los tapones de los oídos que utilizaba en esas ocasiones. Pero ¿qué le estaba quitando el sueño? El té era muy suave y de espabilarla no podría ser la causa de seguir en vela a las 4 de la madrugada. La conversación no era tan importante, sólo delicada. ¿Lo que conlleva? Será hambre. Sintió un poco vacío el estómago, apenas había cenado después de la merienda. ¡Claro! ¡La naranja! ¿cómo era eso que dicen de una naranja por la mañana es sana, por la tarde mata y por la noche remata? Bah, imposible que una sola naranja me tenga en este estado a las 4 y media, se dijo tratando de convencerse mientras el ruido de las olas estallando contra la escollera retumbaba en la casa. Está fuerte el mar, pensó pero no se dio cuenta de la luna. Por fin concilió el sueño y ya a media mañana, mientras se tomaba un café con su compañero de trabajo conoció el posible motivo de tanto desvelo: “habrá un eclipse de luna a las 7’40 del día 21”¿quéee? ¿Cómo se le había escapado este fenómeno? –sencillo, no veía los telediarios…


Consultada la web del Instituto de Astrofísica IAC, trató de organizar el día de manera que pudiese estar rendida a una hora decente y así dormir las horas reglamentarias para estar en forma y sin arrugas. Se levantaría un poco más temprano de lo habitual para tratar de pillar la alineación de la sombra del Teide con la luna roja. Si el tiempo no la dejara ver nada, entraría en la web para ver el fenómeno en directo. No comería naranjas, ni tomaría té y la conversación pendiente ya se la había quitado de encima. Misión dormida.

martes, 14 de diciembre de 2010

De aeropuertos II. Despega como puedas.

El silbido alegre del vecino de asiento no paró hasta que el sobrecargo anunció que el avión comenzaba el aterrizaje y había que apagar y desconectar todos los aparatos electrónicos. La azafata dijo por última vez a la pasajera que sentía mucho que se estuviese helando. Ya tendría tiempo de quitarse el vestuario de invierno para no ahogarse en el atufador calor de la calefacción del aeropuerto. O no, con las carreras para no perder el siguiente enlace quizás tuviese que respirar pausadamente para no agitarse mucho y no sufrir un choque térmico. Bueno, aún hubo tiempo para comprar un libro y tomar un café antes de montar en el siguiente avión. Vuelo tranquilo. Llegada puntual, ¡ni que fueran británicos!
Ay, pero ya se sabe que los aviones, sus horarios, sus limpiezas, sus empleados son tan…especiales. La puntualidad británica se retrasó dos horas en el viaje de vuelta. Dos horas de las cuales una y media los tuvieron sentaditos en el avión esperando el despegue…Era martes, no había puente, ni festivo, ni media España volaba de vacaciones. ¿Tonses? Que diría el guay…lo de siempre, la llegada tardía del avión, la limpieza, la carga del catering, el embarque de los pasajeros, el slot…blablablabla. Las explicaciones se fundían con el hilo musical. Los minutos pasaban y se iba instalando la certidumbre de que aunque los milagros existen, y no es burla, el vuelo siguiente despegaría sin unos cuantos pasajeros. ¿Y qué? Después de todo no es ninguna novedad, es lo cotidiano, tanto que hay quien no programa desplazamientos, si puede elegir fechas, claro, para los días de mucho jaleo vacacional. Da igual, se maquillan las huelgas encubiertas, se le echa la culpa al tiempo (contra eso sí que no se puede luchar)…y sí, el tiempo empezaba a empeorar en el punto de partida, pero mejoraba en el de llegada…bah, no llegamos, pensó nuestra pasajera y pensaron los pasajeros que tenían que enlazar con cualquier punto del planeta… no, bueno, si el siguiente sale como es habitual con retraso y no hay que atravesar todo el aeropuerto en trenecitos, quizás…disculpe, ¿sería tan amable de informarse sobre mi próximo vuelo? Como no, en un ratito le digo, gracias, sonrisas…no sólo informó personalmente el auxiliar de vuelo, sino que el comandante o capitán o el piloto, vaya, comunicaron por megafonía cada una de las puertas de embarque y…caramba, a pesar del retraso de casi media hora con el que tomarían tierra su avión todavía no había despegado!! Qué bien, por fin un retraso a favor del pasajero!!



Ay, ay, ay, cuánta ingenuidad es capaz de segregar el ser humano, es tierno y encantador, después de todo, y ay, ay, ay, cuánta indignación y vocerío puede vomitar delante de un mostrador, frustrado por el engaño, frustrado porque alguien decide no dejarle volar, no llegar a su destino, no cumplir sus horarios, sus compromisos, sus anhelos, sus trabajos, sus familias, tendrán que esperar a que la compañía los aloje en un hotel que le venga bien, a la cía, claro, y meterte en el primer avión del día siguiente. La hora da igual, no te permiten siquiera dormir decentemente, porque si ese alguien decide que te levantes a las 5 o las 6 de la madrugada, te tendrás que levantar si quieres coger el avión sin tener que pagar un billete nuevo. Da igual que tú hayas elegido el vuelo perdido por el horario, por precio, por conexiones…la conveniencia de la cía prima y tu tienes que perder doce horas en un lugar que no es tu destino…Pero no echemos todas las culpas a las compañías, lejos creo queda la encubierta huelga de los pilotos, otra pesadilla, pero pan nuestro de cada día es la de lossss ______eeeeeeeeesos, esos, pero todavía alguna señorita o señora por condición, edad y apariencia, todavía te reta por la mañana a media hora del supuesto despegue que por qué no nos creemos que no tienen nada que ver, mejor cállese y no discuta, pensó, pero dijo por favor dígame si despegamos hoy, a la hora, o dentro de dos horas como me han dicho en el mostrador de atención al cliente, tras haber pasado por el mostrador de facturación para confirmar que el equipaje facturado desde el día anterior no vagaba perdido por el aeropuerto y se encontraba en la bodega del avión…ah, sí esa fue otra perla para empezar la mañana sin dormir apenas a bajo cero y a punto de nevar: el equipaje estaba localizado para el embarque pero todavía no se sabía en qué avión, jajajajajajaja, ¿cómo dice? Pues que no hace falta que corra, que el vuelo está retrasado en principio para dentro de 3 horas…pero no se sabe…¿qué es lo que no se sabe? Nada…pregunte dentro de unos minutos a ver si se ha aclarado la cosa.

Estupendo. Obediente, la pasajera se dirigió al mostrador de atención al cliente. Buenos días, bueno, para quien los tenga, porque no empiezan muy bien…y le cuenta a la de turno con cara de poker que sin inmutarse hace alguna gestión que culmina la compañera, más amable por cierto. Pobre, con mucha eficiencia comunica que tienen problemas con un programa de ordenador nuevo y que el avión pequeño programado ha pasado de una pasarela de embarque a otra, que han asignado otro aparato, que el embarque será por esta zona y por zona se entiende que no hay que cambiar de terminal. Un detalle, porque al parecer el vuelo no está retrasado y sigue en hora y el embarque debe efectuarse en cualquier minuto. Pregunte de nuevo pasada la aduana. De momento no le podemos ayudar más. Pero tampoco la retadora del mostrador siguiente, tras considerarse mejor que sus compañeras y tratándolas de súbditas ignorantes, tuvo capacidad suficiente para contestar a la pregunta del millón ¿embarcaremos? La retadora optó por el embarque de dos horas más tarde, es que es imposible que salga en hora, quedan 25 minutos…

Dos pasillos y un libro más, camino de tomar un cafecito para no echar la bilis, vuelve a mirar la pantalla de información de vuelos… ¡¡¡Hacía siete minutos que estaban embarcando!!! y al atinar a qué puerta tenía que dirigirse el desasosiego, la rabia, la impotencia y las ganas de zarandear a alguien casi la dejan paralizada pegada al carrito que cargaba el abrigo peludo, la mantita, el jersey y le rebequita de angorina. En milésimas de segundo reaccionó y se lanzó a la carrera empujando el carrito por tramos de cinta mecánica. No iba a llegar, la nueva puerta quedaba a diez minutos!! No pueden atreverse a dejarme en tierra. No cuando he preguntado en 3 mostradores. Cuando me han dejado tirada desde ayer, cuando estoy sin dormir y cuando mis maletas están confirmadas en el limbo del embarque. No me lo puedo creer, ¿qué seré capaz de hacer si me dan con la puerta en las narices? La pasajera estaba pasando por delante de la puerta de embarque pero no podía salir de la cinta mecánica. Agitó la mano. La situación era de película. Estoy aquí, balbució sintiéndose incluso culpable. Segura de que la habían visto, aflojó el paso. Tenían prisa, encima. Pues tendrán ustedes que esperar a una señora mayor que viene asfixiada detrás. Por cierto ¿han embarcado ustedes mi equipaje? La pasajera ya no sabe qué fue lo que realmente ocurrió y lo peor de todo es que dejó de importarle. Tras un par de días dando explicaciones del retraso de un día para un viajito de menos de 5 horas, que estaba agotada por el trastorno, los nervios y todas las emociones viscerales y contradictorias que el ser humano experimenta en tales situaciones, no pudo digerir lo ocurrido tres días después en los aeropuertos españoles y en el espacio aéreo español. Simplemente, su sistema no podía tragarse ni una discusión más a cuenta de lo que ocurre en los aeropuertos. Y se puso en huelga de comentarios en la reunión de amigos.

jueves, 9 de diciembre de 2010

De aeropuertos

"Va usted muy cargada!" "No crea, esto de aquí es el abrigo"...La azafata vio una maleta de cabina, un bolso de mano, una mochila y un saco de harina...su apreciación era buena porque los bultos abultaban, pero más tarde comprendió el volumen del equipaje para viajar en cabina.


La pasajera empezó a abrigarse según tomó asiento (como dicen a bordo) y de la manga corta tropical pasó a la angorina en forma de rebeca, bufanda, mantita y fatalmente, al abrigo peludo, como si los 50º bajo cero del exterior del avión estuviesen en el interior. Lástima no haber cogido un gorro, eso iba dentro de la maleta. Cuando al borde de la hipotermia consigue adormilarse un tanto, el ruido del paso de las hojas de los periódicos del vecino la saca de su minitrance. La da un manotazo (no se asunten era familiar) y trata de volver al submundo onírico. El vecino de la derecha comienza a silbar alegremente. Quedan veinte minutos de vuelo, esos horribles en los que se empieza a descender y el cuerpo se queda como sin aire, comprimido, como la botella de agua medio vacía que se espachurra, igual que cuando se quita el tapón de la bañera y el agua sale por el sumidero. Se ahoga. ¿Lo ahogará?

En ese trance estaba. Cerró los ojos y respiró para que los oídos no se le taponasen y no le faltara el aire, aunque fuese helado. Todavía le quedaba otro tramo para llegar a destino. Mejor no coger nervios...

miércoles, 1 de diciembre de 2010

La vida y sus casualidades.

O las casualidades de la vida. Tanto monta, monta tanto…y otros dirán que no hay casualidades, sino causalidades. Lejos de disertar sobre el asunto, me limitaré a contar algunas de las coincidencias de los últimos días que me han llevado a pensar en el título de esta entrada, post it o cuelgue.
Mi amiga Fata me envió un email de rebote con unos cursos de la CECAN (centro de estudios de cine de Canarias) y la Escuela internacional de cine y tv de Cuba y me gustó un taller de montaje cinematográfico que tendría lugar en la facultad. Tenía el tiempo y las ganas de emplearlo en formación y la curiosidad se me sigue colando por las rendijas de las puertas que creo cerradas. Por suerte para mí, por cierto, porque estos reciclados sientan de maravilla, aunque las 50 horas en dos semanas parezcan una barbaridad y el ciclo de estudiante universitaria haya hecho amago de concluir. Dudas hubo, claro, pero casualmente hubo cónclave de las amigas de facultad, les conté y me animaron: “tiene buena pinta y no pierdes nada”. Me sumergí en la sala oscura y el universo visual a través de un joven montador de cine: Manuel Muñoz Rivas. Ameno, profesional y paciente. Plano secuencia, montaje, contrapicado, relato, narración, historia, vocabulario, lenguaje, sintáctica, transportadores a otros días, otros años, otros mundos, otras vidas…Años en que las cinco nos reuníamos a contar planos de las películas de Hitchcock, ¡ay! la de “Encadenados” y los cortes en la secuencia de Ingrid Bergman cogiéndole la llave de la bodega a su marido (el malo) con el corazón en un puño; o las risas que nos echábamos viendo “Cantando bajo la lluvia” para un trabajo de narrativa o no me acuerdo qué. La vimos tantas veces, y juntas, que cuando todavía hoy nos reunimos un fin de semana para ponernos al día y nutrir la amistad, nos cantamos “Good morning, good mooorniing”…Terminando el taller, estaba viendo una noche una entrevista a Debbie Reynolds –la protagonista, junto a Stanley Donen y Gene Kelly- y en el preciso momento en que evocaban la película y daban paso a las imágenes de la coreografía del sofá, recuerdo que no le cantamos a la Australiana el Good morning cuando llamó desde las antípodas para unirse al grupo - y así ser las cinco- en nuestro desayuno madrileño…¡qué tontería! ¿verdad?! Pues sí, pero según lo estás pensando todo –lo tonto, lo trivial, lo naif- en cuestión de segundos, suena el teléfono, intrigada por la hora poco habitual, descuelgo a regañadientes, porque me estaban sacando de mi mundo de imágenes de recuerdos de sueños y una vocecita dice lejana ¡holaaa! ¿esther?, pero no puede ser, acabo de …estaba viendo …y pensando en …jajajaja, ¡qué fuerte! (Ambas). Bueno, las dos horas siguientes fueron de realidades más cotidianas, pero igualmente plagadas de posibilidades de que algo se te manifieste en diferentes versiones y te ronde como una casualidad: "voy a ayudar a una amiga a montar un corto”, jajajaa, pues si quieres te voy a echar una manita, jajaja
Circula un email sobre que te tienes que quedar quieto esperando que lo que está para ti te encuentre, porque si te mueves no llegará a ti, pero yo no dejo de preguntarme si al quedarnos todos quietos nada ni nadie va hacia nada ni nadie ¿no? No sé, igualmente si te mueves y los demás se mueven lleguen a encontrase en otro punto que haga factible el encuentro, porque lo que lo hacía imposible en otro espacio tiempo, pueda ser ese nuevo tiempo-espacio. Tampoco es descabellado que alguno tenga que quedarse quieto por aquello de evitar que uno vaya por un lado y otro por otro y nunca se encuentren; también es cierto que a veces la única vez que te mueves es aquella en la que lo otro te quería llegar…entonces ¿qué?
Pues un ejemplo, si uno no se mueve y no va a Estambul y visita el gran bazar, un par de veces –jajaja - y cuando ya va saliendo no se para en una de las 4.000 tiendas a comprar té de manzana, no hubiese escuchado aquella voz entre las delicias turcas “excuse me, do you speak english? Do you remember 198…? Ahmet????


Vamos a actuar a lo Scarlet O’Hara: “ya pensaré en eso mañana”