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jueves, 20 de octubre de 2011

La erupción de un volcán y las erupciones emocionales

Hace ya unos meses que en la isla del Hierro, para quien no se haya enterado aún a pesar de la insistencia mediática, unos temblores de tierra alertaron a los pobladores y científicos de la posibilidad de un erupción volcánica. El hecho no es extraño debido no solamente al terreno volcánico que caracteriza a nuestros terruños canarios, sino a que la isla del Hierro es una de las islas jóvenes del archipiélago. Es decir, que se sabe desde hace muuuuuuucho tiempo que es más que posible que este tipo de fenómenos sucedan naturalmente, ya que están en periodo de formación, de transformación, de evolución. Sí. Como tantas otras cosas que se nos escapan, el tiempo geológico entre joven y viejo es también relativo. Se me ocurren similitudes con otros aspectos vitales, estos días de tanta conexión radiofónica y televisiva con la Isla del Meridiano, la pequeña de la familia de las Afortunadas, la que ha vivido un proceso de repoblación en los últimos años gracias al asentamiento de inmigrantes llegados sobre todo de las Américas para quedarse algo más que los cortos meses estivales que vienen de Venezuela y otros lugares allende los mares a rencontrase con su tierra, con su gente, con su Virgen de los Reyes…El Hierro tiene algo que no todos llevan bien, o también se podría decir que le falta algo para que más gente se pueda quedar. Se de quien fue por cuatro días y le sobraron tres, demasiada calma, demasiado sosiego, demasiada tranquilidad provocaron mucho estrés en alguien muy activo o al menos muy acostumbrado al ruido de cualquier tipo. Muchos se han comprado una casita rural y, dependientes de los vuelos y barcos según el tiempo, disfrutan en su particular oasis de fin de semana…Y otros aseguran que eso es un estrés, cada viernes desplazarte de una isla a otra para volver el domingo por la tarde…Una vez más como en botica hay remedios para todo y ahí la Virgencita seguro que también tiene algo que ver con el sosiego con el que los habitantes del Hierro tomaban en un principio la incertidumbre de lo que puede pasar con esa erupción que de cualquier manera ya ha perturbado sus vidas. Como una emoción que te arrebata el control y te deja desconcertado y sin soluciones seguras o aseguradas, por ejemplo lo de cancelar el túnel que tiene a la isla paralizada económicamente hablando y hablando sin parar a los comerciantes que ven cómo los negocios no dan beneficios y le echan un pulso a los políticos que toman medidas que no tienen ni idea de si serán efectivas o no, pero que minimizan los riesgos…porque después de todo los científicos lo dicen bien clarito para el que quiera escuchar, claro, y es que con la naturaleza no se puede predecir cómo va a ser el fenómeno, más que fenomenal. Como un amor que se guarda en el núcleo del ser y de repente se cansa y pierde el miedo y bravucón brama su fuerza y vomita lava, gases, piedras…como si una mala digestión lo tuviera empachado y no le quedase más remedio que salir por algún sitio…que si por donde está ahora la fractura submarina con esa mancha verde que huele a huevos podridos, que si se desviará al centro de la isla, que si derivará hacia el sur adentrándose en el océano…un niño decía en RNE que él sentía INCERTIDUMBRE, pero no miedo, que tenía curiosidad, que los temblores de tierra y la erupción submarina le había perturbado la vida, porque le han sacado de su casa por prevención, por si acaso se acerca a la costa de la Restinga, pero que hay que tener paciencia…Paciencia…Claro que las contradicciones -infantiles o adultas-, llevan a un niño a preguntar 80 veces cuanto falta para llegar a cualquier sitio, pero si luego está entretenido pasa los días sin pensar demasiado… Como los volcanes y sus erupciones, podemos tratar de predecir por dónde puede que salgan a la superficie, cuáles son las probabilidades de que nuestras emociones vayan por un camino o por otro... en barco con un beso furtivo y por sorpresa, en un carro, a pie…

Pasan los días y la tensión disminuye. Los sismos en El Hierro se duermen, al dormirse el volcán naciente. Los habitantes de La Restinga podrán volver a sus casas. Los científicos no descartan que se vuelva a despertar. Por el momento, descansa tranquilo. Parece que ETA deja la lucha armada y que Gadafi ha muerto en manos de los rebeldes. ¿Habrá relación? Felices sueños...


martes, 4 de octubre de 2011

Viaje a La Patagonia

Belinda se fue a La Patagonia con su maleta y un par de libros en el bolso. En realidad, el recorrido iba a ser un poco más amplio. Saltaría de Buenos Aires a Iguazú, para adentrarse con el coche de alquiler en la zona de Misiones. Después de haber pasado tres días en la capital, y visitado la Córdoba argentina, llegó a la conclusión de que las ciudades del mundo son siempre ciudades y lo que realmente le impactó fue la inmensidad de la Patagonia. Saliendo del invierno en el hemisferio sur, el glaciar Perito Moreno lucía más blanco, más azul y más espectacular que en aquel verano del año 2000 en que su amiga Catalina trotamundeó por Sudamérica. Puede ser también que la tecnología de las nuevas cámaras digitales realzasen los témpanos de hielo que flotaban en el Lago Argentino. Pero lo que realmente se ve a través de las retinas humanas, se percibe con los demás sentidos y queda grabado a fuego candente en lo más profundo del ser. Preparando el viaje se comparte información y algunas sugerencias pasan a ser imperativas con el cierto temor de que el crear expectativas lleva posibles desengaños, como en todo…Belinda abrió bien los ojos y el espíritu respiró tanto aire fresco que, a pesar de la contaminación y el exceso de tráfico en Buenos Aires, pareciera que sus células corporales se hubiesen oxigenado una a una…Calafate amaneció completamente nevado el primer día de la primavera austral, obligando a cerrar el aeropuerto y cancelando excursiones…Catalina preguntó por las calles y los cambios en estos años…estaban todas asfaltadas, ya la ropa tendida en cuerdas que colgaban de las ventanas de las casas no se llenaría del polvo levantado por el paso de un vehículo sobre la tierra seca, ni los zapatos se llenarían de barro al pisar la tierra mojada…Ya no es necesario llegar en avión a Rio Gallegos y coger una guagua durante 4 horas por una carretera de ripio, ni la espera de 5 horas en el aeropuerto a la vuelta por prevenir un pinchazo, la demora y la consecuente pérdida del vuelo…Pero todo compensa la vista y la impresión de Tierra del Fuego, inhóspita, indomable, atractiva y finita…después de ahí no hay nada…nada humano, vale, las estaciones en la Antártida, de acuerdo, pero a partir de ahí solo hay azul y blanco…moteados con el negro de la piel de los lobos marinos, los cormoranes o los pingüinos, custodiando el faro blanco y rojo…que en realidad no es el faro del fin del mundo…