Sube y baja de sus puntas como si su cuerpo fuera apenas grávido, con una delicadeza, una gracia, una técnica y una emoción en escena que parece sea la manera natural de expresarse.
Su Julieta es una perfecta niña cuando sube el pesado telón de terciopelo rojo bordado en oro, jugando con su muñeca y su nana, que le ríe las gracias. El pretendiente que le presentan sus padres no despierta en ella ni pizca de interés prefiriendo su muñeca…hasta que en el baile conoce a Romeo enmascarado y ya conocemos la historia, pero conmueve el cambio: el cuerpecito grácil e infantil se transforma en el de una jovencita etérea ahora por el sentimiento que la embriaga. Tamara Rojo se mueve y conmueve, y hay que ver cómo se mueren sus personajes... Todo vendido desde hace meses y el teatro se viene abajo con los pelos de punta y los ojos aguados cuando se cierra el telón.
http://www.roh.org.uk/whatson/production.aspx?pid=10633
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jueves, 11 de febrero de 2010
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Qué bonito, amiga! cada vez escribes mejor!
ResponderEliminarEsther