Ser o no ser. Todo o nada. Uno o cero. Milésimas de segundo. Segundos. Minutos. Horasssss. Nos pasamos la vida pensando en no pensar. Reflexionando en lo que no hemos reflexionado. Se nos va la vida descifrando códigos que ignoramos y lo peor de todo es que algunos de ellos no nos interesan. Al menos no a todos. Por lo mismo a nadie. O quizás a todos. Horas tratando de encontrar la clave que ni siquiera sabemos si tenemos para acceder a una cuenta que no sabemos si alguien abrió por nosotros y en su defecto tratando de abrir una nueva cuenta en un nuevo sitio de una red invisible que se escurre entre los dedos como el agua. Todo para nada. Porque pensemos lo que pensemos, hagamos lo que hagamos, reflexionemos sobre lo que reflexionemos hay una ventanita en alguna pantalla que te dice que no eres quien estás diciendo ser. Que la clave no es la correcta o que la contraseña no coincide con el usuario. Años, meses, días, horas, minutos y segundos que se esfuman en milésimas de segundo. Ceros y unos. La nada que lo es todo. No ser para ser…quizás sea esa la clave...
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Tan bello como cierto. Besos amiga. Helena (tengo que comentar como anonimo, esto no me deja).
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