Yo solo lo ví a las dos de la madrugada cuando me iba a acostar. Dos ambulancias y un coche patrulla de la policía nacional y gente en la piscina…si no se van rápido es que pasó algo más grave. Abrí la terraza y me asomé. Había un cuerpo envuelto en una sábana blanca cerca de la orilla. Gente en el muro alto del paseo mirando y otros más próximos sentados a unos pocos metros sin asimilar lo que pasaba.
¿Qué había ocurrido? ¿Quién sería el muerto? ¿Hombre, mujer, joven, mayor…? Rondando la medianoche había un grupo bañándose, pero como no eran escandalosos ni daban gritos de los que rompen la noche y no sabes si en verdad hay alguien en apuros o es puro afán de llamar la atención a costa del descanso de los vecinos, no me percaté de la ausencia de chapoteos y risas, adormilada entre fotogramas de telenovela.
¿Cuánto me picará la curiosidad para quedarme de espectadora? Volví a escudriñar la escena entre sombras. Desde la terraza se veía todo a la distancia en que apenas te toca las emociones tras la primera impresión. Es anónimo, permaneces alejado como cuando ves los cuerpos alejándose hacia la orilla de la muerte en el Ganges…Eso al menos es lo que dicen, que lo ves tan natural que no te afecta…lo veremos si las lluvias lo permiten y Dios quiere, pero algo sucede que te saca de este pensamiento y descubres que una emoción te rompe el esquema. Un hombre se acerca al cuerpo yacente y lo rodea con sus brazos, cabizbajo. Intuyo que puede tratarse de una mujer. La policía mira, se mira y sigue apuntando bajo la luz de una linterna. El personal sanitario poco puede hacer ya. Todos esperan la llegada del juez, secretarios y forenses para el levantamiento del cadáver. Decido irme a dormir. El verano está resultando bastante atípico, raro, muy raro. Le rezo un par de misterios al alma aturdida.
“La vida es maravillosa” reza un póster que me regaló una amiguita que hoy sigue siendo amiga. Lejos de darle puerta, lo conservo bien a la vista como recordatorio ante el drama de la vida. Y si no a los hechos me remito:
Una familia decide meter la cena en una cesta y bajar a la piscina a pasar la velada refrescándose tras un día de trabajo y calor asfixiante. Lo están pasando tan ricamente cuando uno de ellos – una mujer de 50 y tantos- sale del agua y empieza a vomitar…
No entraré en la angustia, el dolor, la impotencia, el desasosiego y el aturdimiento que se suceden, porque entre otras cosas, solo cada uno puede sentirlo. La madre, la hija, el marido, las primas de la fallecida en unos minutos pasaron de ser una familia contenta que disfrutaba un ratito del día, al drama de una pérdida…
Unos días antes, otra familia pasaba por un accidente en otra piscina, sin muerte, pero de momento en coma. Un niño en el agua ve cómo su padre se tira de cabeza y jugando con él empieza a angustiarse cuando no sube a la superficie…Angustia, llantos y, en este caso, esperanza…
Hoy he conseguido leer un libro que llevaba mucho tiempo esperando su turno y, como suele pasar, era su momento. “Sonrisas de Bombay”, de Jaume Sanllorente, cuenta la historia de cómo un joven periodista llegó casualmente a La India y ya no pudo abandonar a unos niños huérfanos que vivían en un orfanato a punto de cerrar por falta de medios. Una de las frases que me han encantado y que me ayuda a digerir tanta barbarie humana, tanto dolor y tanta pena, es la que –más o menos- dice el autor, que generó una fábrica de reciclaje en su interior, para transformar todos esos sentimientos de odio, rabia, dolor y pena en energía y fuerza para seguir adelante con su proyecto. Compren el libro, entren en la web www.sonrisasdebombay.org/...
Seguiremos profundizando…
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Demasiado "raro" este verano...
ResponderEliminarLlevo un rato leyendo tu blog, lo que ha pasado este verano desde tu terraza y sabes una cosa? me parece poco, me gustaría leer más...
ResponderEliminarMuy bueno! Besos, Gustavo.-
Desde Sonrisas de Bombay agradecemos tus palabras e interés. También os animamos a conocer nuestro blog www.lassonrisasdebombay.blogspot.com
ResponderEliminarMuchas gracias y que el verano continúe menos raro.
Desde Sonrisas de Bombay agradecemos tus palabras e interés. También os animamos a conocer nuestro blog www.lassonrisasdebombay.org
ResponderEliminarMuchas gracias y que el verano continúe menos raro.