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sábado, 28 de enero de 2012

Lin Tianmiao. “The Same”

En la calle el frío gélido cortaba la respiración. Sin embargo, el cielo de Pekín lucía tan azul como los volados de los tejados de la Ciudad Prohibida que se veían a la derecha camino del Beijing Center for the Arts. La inicial contrariedad de una reunión cancelada, dio paso a la emoción de visitar una exposición de gran envergadura, incluso un par de días antes de su inauguración. Cosas del destino que juega a su capricho con estos pobres seres que tratan de entender sus artimañas, enredos y desvaríos…que vuelve locos a los genios que vislumbran un hilo de posible realidad, repudiados o burlados por esa masa que solo respira, engendra más masa y muere vacía y sin contenido...

En la entrada esperaban al pequeño grupo que acompañaba a la organizadora del evento, hermana de la artista, orgullosa y contenta del interés que despertaba la obra y su exhibición. Tres mil invitados solo para la inauguración.

Ni hao, ni hao! Puertas que se abren, escaleras normales y corrientes, cierto desconcierto y, de repente, un nicho gigante forrado de negro brillante acolchando paredes, muros, columnas y suelo. Un resto de olor a pegamento agitaba las pituitarias y la visión de los restos óseos de esqueletos en oro golpeó con fuerza el cerebro. Más desconcierto. Inseguridad. ¿Qué es esto? Oh. Vaya. Se ha invertido mucho en esta instalación. Hay mucha expectación. Lin Tianmiao es una de las artistas contemporáneas más reconocidas de China. Después del Beijing Center for the Arts se llevan la exposición al Moma de Nueva York. Oh. Vaya. El nicho negro con huesos en oro de dos plantas era solo la bienvenida. Otro pequeño tramo de escaleras normales y corrientes bajaban a las catacumbas más maravillosamente idealizadas que se puedan imaginar. Un trabajo de dos años en los que la artista se centró tras la muerte de su madre. Lo macabro de un osario cubierto de hilos de seda, cada cúbito, cada falange, las cuencas de los ojos en rosa chicle y verde pistacho como burlando a la misma muerte gritando luz frente a las tinieblas, calaveras dulces frente al dolor de lo que representan…como el sabor agridulce de la salsa china que refleja el mundo en torno al cual esa cultura se mueve desde hace milenios, ying-yang, alegría-dolor, reposo-acción, ese equilibrio tan difícil de encontrar…Armonía y belleza en la muerte, en el fin de la materia. Paz. Libertad.


Detalle de One and The Same, Lin Tianmiao.
Beijing Center for the Arts.
(foto de María Padrón)
Un prestigioso fotógrafo (cuyo trabajo se puede ver en la web) trabajaba mientras la sala estaba vacía de gente y deslumbraba con su contenido. Apetecía tocar las obras como comer una nube de azúcar en una feria. Pero lejos la intención de satisfacer el deseo, los ojos escudriñaban de cerca el trabajo de bordado de los grandes cuadros monocromáticos en plata, negro, toda la gama de dorados y amarillos y rosa…cuánto trabajo, un taller de bordadoras hizo falta para llevarlo a cabo. Ojalá que el dinero que está moviendo al Gran Dragón no termine con esos oficios de artesanía como en Occidente, que las máquinas no sustituyan la labor de infinita paciencia y amor en cada puntada y que los niños no dejen de aprender lo que es el huso de una rueca porque los editores publican en los cuentos que se pinchó con una aguja ¿por qué? ¿para evitarles el ínfimo esfuerzo de aprender una nueva palabra, quizás por ser un artilugio viejo?

The Same, Lin Tianmiao
Beijing Center for the Arts
(foto de María Padrón)

Uno de los amigos chinos que formaba parte de esta experiencia está leyendo en francés “El universo cuántico” de Brian Green. Al parecer es difícil de conseguir en China. Cuando las lágrimas de la emoción y el nudo en la garganta al salir de ese otro mundo tan o incluso más real que el que ofrece el microbús, la calle asfaltada, el aire helado, permiten expresar sucintamente la tremenda fortuna de tal vivencia, la gratitud por la gracia divina de poder vivirlo es infinita, paralela, atemporal, como ese universo cuántico mágico en el que también en la serie de ficción, la antropóloga Dra. Brenan –Bones- le dice al inspector del FBI Booth que la cuántica demostraba que el pasado, el presente y el futuro no son reales tal y como los “conocemos”, que el tiempo interacciona y el pasado se vuelve presente y futuro y futuro pasado presente…ficción- no ficción…de cualquier forma, es “Lo mismo”, “The Same”…gracias.


Detalle de The Same for N Times, Lin Tianmiao.
Beijing Center for the Arts
(foto de María Padrón)

 

miércoles, 18 de enero de 2012

Empezando…2012

El avión empezó a descender aproximándose a tierra…un dolor agudo en los oídos le obligó a echarse las manos a la cabeza en un intento inútil de parar las agujas que empezaban a perforar los tímpanos…dos golpes de tos no ahuyentaron la mortificación que una vez que empieza parece no tener fin, pero llamaron la atención de un amabilísimo auxiliar de vuelo que preguntó si solo eran los oídos…yes…ok, just a moment… apareció con un vaso con agua hirviendo y dio las instrucciones: beber a sorbitos en lo que aterrizaban para que el vapor del agua se pasara a los oídos y entre tragar y calorcito no doliesen. A él le había funcionado. Le puso unas rodajas de limón. Mano de santo. Ya en tierra, peguntó nuevamente a la pasajera si le había sentado bien. Estupendo, no oigo, pero no tengo dolor. Fantástico remedio. Thank you very much…Ganas tuvo de preguntarle si no tenía otro remedio para ese otro dolor, el que desgarra de tal forma que te deja viviendo anestesiado, just in case…Pero ya tenía en el bolso un libro que le habían recomendado con cariño y que “casualmente” encontró en una de la tiendas del aeropuerto: “La señora de las especias”, de Chitra Banerjee Divakaruni…Acababa de empezar a leerlo y ya se le encogía el estómago con las descripciones de esa vida de entrega y renuncia, de sueños hechos añicos y anhelos todavía posibles…de todo tipo de dolores posibles de describir…agujas, cristales rotos, asfixia, pánico, vértigo, vacíos varios…pero en esas primeras páginas algo la atrapó…esperanza, confianza, justicia…Vida, magia, conocimiento, a pesar de y después de todo…
La Exposición Wildlife en el Natural History Museum mostraba una vez más los ciclos de la vida…supervivencia, belleza, ternura, miedo, huida, caza, instantes capturados tras horas de espera por el cazador de momentos espectaculares…la mirada en primer plano escorzado de un rinoceronte a punto de atacar (Wim van den Heever), la pata robusta y firme de un elefante (Peter Delaney), los cuartos traseros de una jirafa cuya cola señala a otra que se acerca borrosa (David Lloyd), un blanco campo de amapolas (David Maitland), la familia de leopardos encaramados a un tronco sin ramas (Paul Goldstein) como bolas en un árbol de Navidad, la ternura de una cría de chimpancé en los brazos de su madre…http://www.nhm.ac.uk/visit-us/whats-on/temporary-exhibitions/wpy/

Los días transcurrían tranquilos en las calles de Londres. Vacaciones en familia para empezar el año con frío, rebajas y tiquets agotados para la gran exposición de Leonardo Da Vinci en el National Gallery, para el ballet…pero no importaba. Siempre hay salas por recorrer en el British Museum... El año había terminado magníficamente a pesar de las crisis de todo tipo que contaminan el entorno más aséptico. El trabajo a punto y con grandes perspectivas, el ballet de Ángel Corella y su compañía bailando al ritmo de la ELO en Barcelona como colofón a un estupendo espectáculo variado de neoclásico y clásico de tutús de plato, MOMIX celebrando en Madrid su 25 cumpleaños como compañía de danza con los mejores o más representativos momentos de sus distintas obras tan originales y mágicas como bellas y armoniosas…las flores naranjas que salen encogiditas para ir abriéndose hasta transformarse en los volantes de un traje de faralaes, la danza con estructuras que danzan por si solas, el paso a dos con equilibrios de vértigo…Delacroix se dejaba descubrir en la Caixaforum más allá de sus más conocidos cuadros de gran formato cautivando con sus trazos más sueltos y abstractos…Antonia San Juan llevó a Canarias lo mejor de su repertorio y tuvo que ampliar los días de función porque la demanda desbordó las previsiones. Se portó bien y nos dejó más risas que llanto, porque hay que verla en el escenario no solo transfigurar su papel de cómico a trágico y de trágico a cómico, sino sintiendo cómo las entrañas se retuercen pasando de las carcajadas y el dolor de mandíbulas a las lágrimas provocadas por la congoja de un corazón exprimido por la pena, la soledad, la incomprensión…Cultura, ese oxígeno para el cerebro y el alma, en cualquiera de sus esencias para combatir cualquier mal, cualquier pena, porque las tristezas se dividen cuando se comparten como las alegrías se multiplican…vaivenes de tiovivo que te marean, te embriagan y te hacen flotar hasta que te caes del caballito, te magullas, pasas el dolor y los moretones cambian de color, te olvidas y vuelves a subirte a esta atracción de feria que resulta ser la vida…Como decía el incomodador en loquepiensoloescribo.over-blog.es Empezar no es fácil y cuándo empezar tampoco es evidente, pero la frase de la autopista que nos acompañaba en los primeros días del año es clara y concisa: “Empieza hoy”… ¡¡¡Feliz 2012!!!

Sala de Egipto en el British Museum.