Otoño en Thomery, de Mª Padrón |
Tras la batalla del aire acondicionado, la convalecencia ha pasado entre hojas de colores ocres, rojos, todavía algunos verdes intensos y los reflejos de una luz muy poco usual a primeros de octubre en los alrededores de Paris, Francia. Manga corta y sandalias para disfrutar de unos 25 grados de temperatura, mientras en Canarias un temporal levantaba olas de más de 10 metros a 30 grados en la zona norte, tampoco han sido cosa común, aunque bien parece que será lo corriente. Llegar a tiempo de coger un avión a un aeropuerto resultó ser una utopía. Los atascos a 30 km de la capital francesa no tuvieron que ver con que fuera lunes, aunque el estar parados en una carretera de 3 carriles durante 45 minutos bien podría apuntar a un tremendo accidente. Cerrándole a uno la puerta de embarque en las narices, resultó que por la huelga del 12 de octubre no quedaban plazas en ningún vuelo de ese mismo día. Los milagros existen, pero para darle más emoción al tostón de viaje que estaba teniendo, no era seguro que se pudiese aterrizar en Los Rodeos. Una maniobra de aproximación frustrada levantó la proa del aeroplano que tras una larga vuelta tomó tierra en TFS. Niebla, vientos racheados, lluvia…noticias de telediario y portada…a los mineros de Chile los sacarían de su encierro subterráneo de dos meses, en medio de un circo mediático que ya casi nos pasa desapercibido de tan corriente. En la garganta de L’Ardèche un espeleólogo llevaba sumergido una semana, pero no tuvo suerte…En las páginas interiores, cuentan que a un famoso peluquero lo ha echado de su empresa su propia hija. Y unas líneas más allá, otra hija de la mujer más rica por su marca de cosméticos también pretende quitar de en medio a su madre...¿será contagioso? huelgas, atascos, cánceres, corre,corre,corre...
Roque de los dos hermanos, al fondo (Mª Padrón) |