Translate

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Empieza a ser habitual ver imágenes como ésta. Estos días de intensas lluvias - por fin, a pesar del aire cálido que poco hacía presagiar que no fuese a descargar más que un chipichipi- han dejado a muchos del noroeste de la isla enfangados y sin enseres. Es triste y a pesar de todo no se hacen las cosas mejor. Desgraciadamente, no es la primera vez y según las profecías no será la última.
Sin embargo, esta foto no es consecuencia de las lluvias, sino de los golpes de mar unos días antes...La piscina se cerró y a saber cuánto tardarán en abrirla de nuevo. Tiene su importancia y más en crisis, ya que es sabido que en invierno son muchos los bañistas, locales y foráneos, que desde el amanecer de Dios y hasta bien entrada la tarde, ejercitan mente, cuerpo y alma en estas aguas.

Al día siguiente, las olas habían tirado los trozos de muro y hoy solo quedan una migajas esparcidas por el fondo vacío de la piscina. Quizás sea un homenaje a la caída del muro de Berlín , o un simple recordatorio de que hay fuerzas muy superiores a la de la especie humana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario